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El misterio del equinoccio en Chichén Itzá y otras pirámides de México

El misterio del equinoccio en Chichén Itzá y otras pirámides de México

La primavera no solo marca el cambio de estación, también es un momento de gran importancia en la arquitectura prehispánica. Cada año, el equinoccio de primavera revela el ingenio de las civilizaciones antiguas a través de un fenómeno impresionante en la pirámide de Chichén Itzá. Pero este no es el único sitio arqueológico en México donde la arquitectura y la astronomía se encuentran, descubre cómo diferentes pirámides fueron diseñadas para interactuar con el cosmos.

El equinoccio en Chichén Itzá: La serpiente emplumada en movimiento

Cada 21 de marzo y 23 de septiembre, en la Pirámide de Kukulkán (también conocida como El Castillo) ocurre un fenómeno sorprendente: la luz del sol proyecta triángulos de sombra sobre la escalera norte, creando la ilusión de que una serpiente emplumada desciende desde la cima. Este efecto visual está alineado con la cosmovisión maya y simboliza la llegada de Kukulkán, la deidad del viento y la lluvia, marcando el inicio de un nuevo ciclo agrícola.

La precisión con la que los mayas construyeron esta pirámide demuestra su avanzado conocimiento astronómico y arquitectónico. Además, el diseño de la estructura cuenta con 91 escalones en cada lado, sumando 364, más la plataforma superior, lo que da un total de 365, coincidiendo con los días del año solar.

¡El descenso de la serpiente emplumada Kukulkán marca el inicio de la primavera en Chichén Itzá!

La Gran Pirámide de Cholula: La más grande del mundo

Si bien Chichén Itzá es famosa por su equinoccio, la Gran Pirámide de Cholula, en Puebla, es un tesoro arqueológico igualmente impresionante. Considerada la pirámide con la base más grande del mundo, sus dimensiones superan a la Gran Pirámide de Giza en Egipto.

A diferencia de Kukulkán, la pirámide de Cholula fue construida en diferentes etapas a lo largo de siglos y hoy está oculta bajo lo que parece ser un cerro con una iglesia colonial en la cima. Aunque no tiene un equinoccio tan evidente como en Chichén Itzá, su alineación con el volcán Popocatépetl sugiere una relación simbólica entre la tierra y el cielo en la cosmovisión prehispánica.

La Gran Pirámide de Cholula:

Teotihuacán: El sol y la luna en perfecta armonía

En el corazón del altiplano mexicano, la Pirámide del Sol en Teotihuacán también tiene una conexión con los equinoccios. Durante estas fechas, el sol se alinea de tal manera que proyecta sombras simétricas en la estructura. Esto sugiere que los teotihuacanos usaban sus templos como herramientas astronómicas para medir el tiempo y planificar sus ciclos agrícolas y ceremoniales.

Por otro lado, la Pirámide de la Luna, ubicada al final de la Calzada de los Muertos, está alineada con el eje de la ciudad y permite visualizar eventos celestes importantes. Teotihuacán sigue siendo un misterio, pero su planeación demuestra un nivel de conocimiento arquitectónico y astronómico impresionante.

Teotihuacán: El sol y la luna en perfecta armonía
Conclusión: La arquitectura como calendario astronómico

Las pirámides de México no son solo estructuras monumentales, sino auténticos calendarios esculpidos en piedra. Su alineación con el sol y otros astros nos muestra la sabiduría de las civilizaciones prehispánicas y su profundo vínculo con la naturaleza.

Hoy, en Cementín, reconocemos cómo la construcción sigue inspirándose en el conocimiento ancestral. Aquellos que edifican el presente toman como referencia la precisión y durabilidad de estas grandes civilizaciones. Y aquí estamos, para seguir siendo aliados en cada proyecto que construye el futuro.


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